Diversos artículos de opinión, con agresividad y reiteración, imputan a quienes votamos por el Si en el Plebiscito del 5 de Octubre de 1988 el pecado de haber decidido apoyar la continuidad de un dictador violador contumaz de los derechos humanos.
Para contribuir a una reflexión más seria y profunda en relación con esta materia, me atrevo a exponer las razones por las cuales vote Sí en esa ocasión, decisión en la que no estoy ni estaré arrepentido; enumero estas razones:
1. El Gobierno militar asumió la responsabilidad de gobernar un país cuya democracia había sido demolida sistemáticamente por un régimen que fundado
2. A la fecha del plebiscito de 1988, el sistema institucional se había modernizado según los valores de la cultura cristiano-occidental (Constitución de 1980) y la opción por una economía libre y abierta al intercambio ya generaba un crecimiento económico del que se beneficia Chile hasta el presente. Es decir, el Gobierno militar, ciertamente conducido por el General Pinochet, había demostrado seriedad y eficiencia en esta verdadera “reconstrucción” del país.
3.Existía un serio y preciso itinerario Escrito en la Constitución de 1980 que nos situaba en la ruta hacia el restablecimiento pleno del sistema democrático, itinerario que se cumplía rigurosamente como lo comprueba la realización del plebiscito de 1988, previsto y fijado en este itinerario. Es decir, y cómo efectivamente ocurrió, la normalidad democrática se instalaría en 1990 con la vigencia plena de nuestra Carta Fundamental, cualquiera hubiere sido el resultado plebliscitario.
4.En suma, al que escribe estas líneas le interesaba que este proceso de estabilidad y progreso continuara
5. Sobre el tema de la violación a los derechos humanos, y sin olvidar ni desconocer el respeto irrestricto que éstos éxijen , recuerdo que en el contexto y realidad de la crisis que nos legó el Gobierno de la Unidad Popular, incluyendo en ella la violencia política que fue su principal componente, la evaluación ética sobre las presuntas responsabilidades
Gustavo Cuevas Farren
Abogado y Profesor Universitario.
Valiosa contribución para que no se pierda de vista la historia real y fidedigna que se esconde reduciéndola solo al tema de los derechos humanos.
Ganará el Si o el No de todas maneras estábamos en la trayectoria trazada en Constitución plebiscitada en 1980 para volver a la normalidad democrática.
Gustavo tiene toda la razón al mantener su posición en favor del “Sí”: El contexto era que Chile era el país donde todo el mundo tenía los ojos puestos para detectar violaciones a los derechos humanos, de modo que es absurdo sostener que su gobierno, sujeto a esemejante vigilancia, pudiera patrocinar una “política de violación sistemática” de tales derechos.